18 oct 2022

Inundaciones repentinas en Bangladesh: el camino a seguir para la comunidad de Acción Anticipatoria

Bangladesh tiene amplia experiencia en actuar con antelación ante peligros y fenómenos extremos. Pero cuando se produjeron las graves inundaciones de junio de 2022, no se aplicó ningún protocolo de Acción Anticipatoria. Este artículo explica por qué y analiza qué podría hacerse de forma diferente en el futuro para garantizar la protección de la población antes de que se produzca un peligro.

Las inundaciones repentinas

En junio de 2022, la región nororiental de Bangladesh sufrió las peores inundaciones que se recuerdan, siendo los distritos de Sylhet y Sunamganj los más gravemente afectados. Estas inundaciones repentinas fueron causadas en parte por los niveles récord de precipitaciones en los estados indios de Assam y Meghalaya, situados aguas arriba de los ríos que desembocan en Bangladesh. Estos dos estados recibieron 2.500 mm de lluvia en tres días, con Mawsynram -en Meghalaya, el lugar más húmedo del mundo- recibiendo 972 mm de precipitaciones en sólo 24 horas el 17 de junio. Se trata de la tercera mayor cantidad de precipitaciones en 24 horas en junio en 122 años(la mayor fue de 1.563,3 mm, registrada el 16 de junio de 1995; la segunda fue de 973,8 mm el 5 de junio de 1956). Al mismo tiempo que las precipitaciones río arriba, hubo lluvias torrenciales en Sylhet y Sunamganj, registrándose en esta última 185 mm en 24 horas.

Las inundaciones que siguieron afectaron a 7,2 millones de personas, con más de 4,8 millones de desplazados en nueve distritos del noreste de Bangladesh. Entre otros impactos, este evento extremo causó graves daños a los cultivos, con 83.394 hectáreas dañadas; al ganado, con pérdidas por valor de 28,1 millones de dólares estadounidenses; y a las instalaciones de lavado y fuentes de agua(Grupo de Trabajo de Evaluación de Necesidades). Hasta el 20 de junio, la Dirección General de Servicios Sanitarios había registrado 2.492 casos de enfermedades y lesiones, y según las Naciones Unidas (ONU) en Bangladesh, había unas 60.000 mujeres embarazadas en la zona afectada.

Las inundaciones repentinas de junio fueron las terceras de este tipo ocurridas en la región en 2022, tras las de abril y mayo. En cada caso, el Centro de Previsión y Alerta de Inundaciones y el Departamento Meteorológico de Bangladesh colaboraron para pronosticar tanto las precipitaciones como las inundaciones. Se emitió una previsión de inundaciones con dos días de antelación para las inundaciones de abril, y con cinco días de antelación para las de mayo. Sin embargo, aunque las precipitaciones de junio se pronosticaron con tres días de antelación, se convirtieron rápidamente en inundaciones repentinas debido a la topografía montañosa y las fuertes pendientes de Bangladesh. Esto pilló por sorpresa a los habitantes de la región.

La respuesta humanitaria

El gobierno de Bangladesh, la Bangladesh Red Crescent Society y varias agencias de la ONU y organizaciones no gubernamentales (ONG), tanto nacionales como internacionales, empezaron a responder inmediatamente después de las inundaciones. Un total de 82 organismos humanitarios elaboraron conjuntamente un Plan de Respuesta Conjunta para consolidar sus esfuerzos en un llamamiento coordinado con el fin de gestionar la respuesta a las inundaciones de forma más eficaz. Este plan tenía como objetivo llegar a 1.521.741 personas y, a 31 de julio de 2022, estos esfuerzos combinados habían llegado a 450.498 personas (el 30% del objetivo).

¿Por qué no se aplicaron las acciones anticipatorias?

La Acción Anticipatoria es una forma eficaz de ayudar a las comunidades vulnerables antes de que se produzca un peligro, y ya se ha puesto a prueba para diferentes amenazas en Bangladesh. Entre ellos figuran las inundaciones en la cuenca del río Jamuna, los ciclones en la franja costera, así como los corrimientos de tierras, la erosión fluvial y el dengue en distintas partes del país. Sin embargo, no se aplicaron enfoques anticipatorios antes de las inundaciones repentinas de junio en el noreste. Para entender por qué, primero tenemos que comprender cómo funciona la acción anticipatoria y qué se necesita para actuar con prontitud.

Bangladesh ocupa el séptimo lugar entre los países afectados por fenómenos meteorológicos extremos (1998-2017). Aunque las inundaciones repentinas son un riesgo conocido, la Acción Anticipatoria sólo puede aplicarse a peligros con sistemas de previsión existentes, datos fiables y predicciones. Establecer con éxito un mecanismo de acción anticipatoria también requiere enormes esfuerzos para diseñar y probar de antemano proyectos piloto, siendo la parte más crucial el desarrollo de un umbral de previsión acordado de antemano que ofrezca suficiente tiempo de antelación para actuar antes del impacto. Pero las crecidas repentinas son muy difíciles de predecir con suficiente antelación, y sin ellas no es posible la acción anticipatoria.

La comunidad de Acción Anticipatoria de Bangladesh ya ha desarrollado modelos para diversos peligros. Pero los modelos de acción anticipatoria existentes -como el de la cuenca del río Jamuna- están diseñados específicamente para las inundaciones fluviales y, además, no se centraban en el noreste de Bangladesh. La modelización de las crecidas repentinas en el noreste plantea otros problemas: por ejemplo, están determinadas en parte por las precipitaciones en la India y, debido a la topografía accidentada y las fuertes pendientes de Bangladesh, pueden convertirse repentinamente en crecidas repentinas.

El camino a seguir

Teniendo en cuenta que Bangladesh es uno de los países más vulnerables a los efectos de la crisis climática, se prevé que estas inundaciones repentinas extremas azoten la región nororiental con mayor frecuencia en el futuro. Esto exige que los meteorólogos, los organismos técnicos y la comunidad de Acción Anticipatoria en general colaboren para diseñar medidas proactivas. Es necesario seguir incluyendo la acción anticipatoria en las intervenciones para la reducción del riesgo de catástrofes y la adaptación al cambio climático, y estudiar si es posible adoptar medidas tempranas para reducir los efectos de las crecidas repentinas y, en caso afirmativo, cuáles.

Aunque la previsión de inundaciones repentinas sigue siendo un reto, los organismos técnicos están trabajando para desarrollar y mejorar las previsiones de este tipo de fenómenos en la región. Esto es, como se ha señalado, un reto debido a factores como la compleja topografía, la falta de datos de descarga de las estaciones de la región y la limitada accesibilidad de las previsiones río arriba/transfronterizas.

Junto a estos esfuerzos, el desarrollo de sistemas de alerta temprana basados en la comunidad podría ser un primer paso para proporcionar alguna advertencia a las comunidades, de modo que puedan evacuar a tiempo para salvar vidas. Este sería un buen comienzo, aunque otras acciones tempranas anticipatorias sólo serán posibles una vez que mejore la previsión.

Este blog ha sido escrito por Khairul Sheikh, delegado de previsión de la Cruz Roja Alemana, con aportaciones de Karen Dall y Verena Kausche, de la Cruz Roja Alemana, y Liz Stephens, de la University of Reading y el Climate Centre.