Enviado por Dr. Dirk-jan Omtzigt (OCHA) y Daniel Pfister (OCHA)
2 feb 2021

Hacer frente a una crisis dentro de otra crisis: Acción Anticipatoria en la era de Covid-19

Este es un extracto de "Afrontar una crisis dentro de otra crisis: Acción Anticipatoria en la era de Covid-19", una sesión del 8 de diciembre de 2020 en la presentación del Diálogo Mundial a cargo del Dr. Dirk-Jan Omtzigt, Economista Jefe y Jefe de la Unidad de Estrategia y Análisis de la Financiación Humanitaria de la OCHA.

En la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas(OCHA) decidimos aplicar los principios, las lecciones y las herramientas del Enfoque Anticipatorio a la crisis COVID:

1. La información oportuna pero imperfecta de las personas en situación de riesgo es preferible a la información perfecta pero tardía de las personas necesitadas, porque permite actuar a tiempo.

Al principio de la crisis, aún se desconocían muchas cosas sobre las propiedades del virus. La modelización epidemiológica acababa de empezar, y se tardarían semanas o meses en validar estos modelos. Mientras tanto, desarrollamos un índice más sencillo para identificar a los países en riesgo de pandemia combinando un pequeño número de indicadores sobre la base de la literatura epidemiológica del momento, para apoyar las decisiones que había que tomar en ese momento. Identificamos los factores que aumentan (i) los riesgos de transmisión -como la densidad de población y los desplazamientos- (ii) las personas que enferman gravemente, como los factores demográficos, la incidencia de la pobreza, la inseguridad alimentaria, la prevalencia de comorbilidades -enfermedades cardiovasculares y diabetes- y la (iii) capacidad de respuesta, como el acceso a la atención sanitaria, la capacidad institucional y el agua, saneamiento e higiene. Construir un índice de riesgo COVID clasificando a los países en función de su riesgo de pandemia.

2. Los modelos deben ajustarse y adaptarse al contexto.

Los científicos del LSHTM y del Imperial acabaron desarrollando varios modelos epidemiológicos para predecir la curva epidemiológica, pero se centraron sobre todo en los países de la OCDE y la modelización de los países de renta baja fue muy limitada. El Centro de Datos Humanitarios, junto con el Laboratorio de Física Aplicada de la Johns Hopkins University, desarrolló un modelo a medida para Afganistán, la RDC, Sudán del Sur, Sudán, Irak y Somalia guiado por las siguientes premisas:

  • Dada la naturaleza dinámica de la enfermedad y de la respuesta gubernamental, los supuestos del modelo tendrían que actualizarse con frecuencia. Las proyecciones a corto plazo, actualizadas periódicamente, eran más útiles.
  • En estos países había y sigue habiendo un gran subregistro de infecciones por COVID, por lo que las proyecciones debían tenerlo en cuenta.
  • Las proyecciones no nacionales, sino subnacionales, son fundamentales para fundamentar las decisiones operativas.
  • Aunque el modelo es complejo, los resultados deben presentarse de forma fácilmente comprensible para los responsables de la toma de decisiones.

Este trabajo también ha contribuido al "Explorador de datos COVID-19 sobre operaciones humanitarias globales", proporcionando una fuente de datos fiable para los responsables de la toma de decisiones humanitarias.

3. Elaborar una cronología de la crisis ayuda a comprender cómo se produce una crisis en cascada y a identificar los nodos de intervención.

Cuando intentamos comprender cómo evolucionaría la crisis a lo largo del tiempo nos fijamos, por ejemplo, en el impacto del ébola en Sierra Leona en 2014 y nos dimos cuenta de que el impacto socioeconómico secundario de la crisis eclipsaría el impacto en la salud pública: hemos visto cómo 495 millones de personas perdían su trabajo y se prevé que 150 millones de personas caigan en la pobreza extrema. Incluso si un país no registrara ni una sola infección por COVID-19 podría verse gravemente afectado por esta crisis. Por ello, desarrollamos una cronología de la crisis para comprender las vías del impacto económico que depende de:

  • Los niveles de empleo informal:
    Ya que esos empleos son los que corren más riesgo de perderse debido a los cierres patronales, mientras que los trabajadores carecen de protección social y de acceso a una buena atención sanitaria.
  • La dependencia de las exportaciones primarias:
    Por ejemplo, el petróleo representa casi la totalidad de las exportaciones de Sudán del Sur, casi todos los ingresos del Gobierno y más del 40% de su producto interior bruto (PIB).
  • Dependencia de las remesas:
    La pérdida masiva de empleos entre los trabajadores migrantes afecta a la capacidad de las personas para enviar recursos a sus países de origen, lo que repercutirá en las economías y en las personas vulnerables que dependen en gran medida de las remesas, como Tonga, Sudán del Sur, Kirguistán, Haití, Honduras, Tayikistán y Nepal.
  • Dependencia del turismo:
    El turismo emplea a muchas personas, especialmente en islas pequeñas [como Seychelles y Mauricio] y representa una parte significativa de la economía y de los ingresos en divisas fuertes [más del 25% de las exportaciones en 2017] en Etiopía, Nepal, Ruanda y Tanzania.

4. Nada ocurre sin financiación.

Podemos anticiparnos al impacto primario y secundario de la crisis COVID en los países LIC, pero para ello hace falta financiación, por lo que nos centramos en el coste de la inacción, presentando un panorama desolador de aumento de la probabilidad de conflicto, pérdida de logros en materia de desarrollo y pérdida de capital humano; contabilizamos el coste en decenas de billones y defendimos que actuar ahora, con un coste de decenas de miles de millones, era lo más inteligente que se podía hacer. Recientemente hemos elaborado una serie de propuestas para que las IFI aumenten su apoyo a los países de renta baja, mediante la reestructuración de la deuda, la emisión de DEG y el apalancamiento de su balance.

5. Aprender lecciones:

Continuamente nos planteamos dos preguntas (a) cuáles son las preguntas cuya respuesta nos gustaría conocer si miramos atrás dentro de 3-6 meses (b) qué aprendemos de la respuesta a COVID que permita tener un mejor sistema humanitario en general y mejorar nuestra comprensión de la acción anticipatoria en particular. Mark Lowcock, Coordinador de Ayuda de Emergencia, expuso sus reflexiones al pronunciar un discurso en Brookings sobre las secuelas de COVID-19 y los retos para el sistema humanitario internacional. Una cosa está clara: el mundo respondió con demasiada lentitud a la crisis de COVID y eso ha resultado muy costoso, y esperemos que esto pueda servir de catalizador para la acción anticipatoria.