Acción Anticipatoria, Protección Social Sensible a las Crisis y Transferencias Monetarias en la ASEAN: ¿Qué estamos aprendiendo y adónde vamos ahora?

El Sudeste Asiático es una de las regiones del mundo más expuestas a los riesgos climáticos: inundaciones, tormentas, tifones, sequías y temperaturas extremas. Por ello, el cambio climático es una de las principales preocupaciones de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), ya que se prevé que estas catástrofes sean más frecuentes e intensas, con lo que los presupuestos de ayuda se diluirán aún más.

Los avances tecnológicos facilitan más que nunca la previsión de estos peligros naturales. Sin embargo, la creciente disponibilidad de esta información conlleva una responsabilidad cada vez mayor a la hora de actuar en consecuencia. Dos enfoques alentadores -la Acción Anticipatoria y la Protección Social Sensible a las Catástrofes- ocupan actualmente un lugar central en los debates sobre ayuda humanitaria y desarrollo, tanto en la región de la ASEAN como en el resto del mundo.

Por ejemplo, la Acción Anticipatoria fue un tema candente en la COP 26 y el gobierno alemán ha confirmado que está en la agenda del G7 de este año. Por su parte, la COVID-19 impulsó a los gobiernos de varios países de renta baja y media a experimentar por primera vez con sistemas y programas de protección social, como forma de hacer llegar transferencias monetarias de emergencia a las personas necesitadas.

¿Hacia dónde nos dirigimos? La actual ola de entusiasmo por estos enfoques es magnífica, pero ahora es el momento de reflexionar y considerar lo que hemos aprendido en los últimos años, y asegurarnos de que sabemos hacia dónde nos dirigimos. La Oficina Regional de la FAO para Asia y el Pacífico lo ha hecho a través de una evaluación independiente de un programa destinado a promover e institucionalizar la Acción Anticipatoria y la protección social sensible a las crisis en la región de la ASEAN.

La evaluación, que comprendía un estudio regional y cuatro estudios de casos nacionales, concluyó que se habían realizado progresos significativos, concretamente en el desarrollo de un marco político regional y en la sensibilización de los gobiernos y otros agentes hacia estos enfoques. Pero la evaluación también puso de manifiesto algunas cuestiones sorprendentes y desafiantes para la comunidad mundial que trabaja para mejorar la anticipación y la respuesta a los peligros. ¿Puede usted, con la mano en el corazón, responder positivamente a estas preguntas?

¿Sabe la gente de qué está hablando?

A lo largo de la evaluación hubo confusión sobre la terminología. ¿Es la "Acción Anticipatoria" diferente de la "preparación"? ¿Es lo mismo que 'acción anticipada'? ¿Qué grado de anticipación debe tener la ayuda para que se considere "temprana"? ¿Es la "protección social que responde a las crisis" otro nombre para las transferencias monetarias de emergencia? ¿Qué es la protección social de choque ex ante y en qué se diferencia de la protección social de choque ex post? ¿Puede haber una protección social "anticipatoria" que responda a las crisis?

La confusión terminológica constituye un verdadero obstáculo para el progreso. Podemos hacerlo mejor: necesitamos colaborar en algunas definiciones internacionales consensuadas y atenernos a ellas rigurosamente, ensayándolas en cada oportunidad.

¿Sabe realmente cuál es la mejor manera de pagarlo?

Existen diversos instrumentos financieros que podrían financiar la Acción Anticipatoria y la protección social en caso de catástrofe, pero el conocimiento de estas opciones -y de cuándo pueden ser beneficiosas- es relativamente escaso. En la región de la ASEAN, la financiación de la acción preventiva sigue procediendo principalmente de organismos humanitarios y donantes, más que de los presupuestos gubernamentales. Los que trabajan para acceder a los presupuestos públicos intentan sobre todo encontrar la manera de acceder a los fondos posteriores a la catástrofe antes de que ésta se produzca, y a menudo se encuentran con que necesitan reformas en la gestión de las finanzas públicas para conseguirlo.

Pocos países cuentan con estrategias sólidas de financiación del riesgo de catástrofes vinculadas a la protección social o a la acción anticipatoria y que expliquen de dónde procederá el dinero, o cómo pueden utilizarse con mayor eficacia los distintos instrumentos (por ejemplo, mecanismos de transferencia del riesgo como los seguros).

La eficacia de la protección social reactiva y de la acción anticipatoria depende de que la financiación se libere a tiempo, por lo que no puede ser algo que se piense a posteriori. Hay que prestar mucha más atención a la forma de prever los fondos, para que se activen en el momento adecuado. Esto incluye apoyar las reformas de la gestión de las finanzas públicas en los países, para que los fondos puedan fluir sin obstáculos a través de los sistemas gubernamentales.

¿Cómo convencer a los gobiernos de las ventajas?

Aunque los gobiernos han empezado a "poner su dinero donde está su boca" financiando una protección social sensible a las crisis en respuesta a COVID-19, no podemos asumir que esto se convertirá en la norma. Como ya se ha dicho, aunque los gobiernos de la ASEAN comprenden y apoyan cada vez más la acción anticipatoria, esto aún no se ha traducido en el patrocinio gubernamental de este enfoque en la mayoría de los países.

Los actores humanitarios siguen siendo los principales defensores de estos enfoques en la actualidad, pero nuestro objetivo colectivo debe ser que los gobiernos los asuman como propios, los dirijan y los financien. En particular, los gobiernos aún no están suficientemente convencidos de la fiabilidad de las previsiones. Una prioridad, por tanto, es reforzar las competencias técnicas en materia de previsión.

Otra prioridad es ser más inteligentes a la hora de generar pruebas y demostrar la eficacia de estos enfoques. ¿Qué pruebas e incentivos necesitan realmente los gobiernos para convencerse y reformar sus procesos internos, sus presupuestos, sus mecanismos de financiación pública y sus planes de emergencia para que sean más previsores y eficaces? ¿Cuáles son los obstáculos y las limitaciones? ¿Cómo superarlas, si es que es posible? ¿Cómo puede ayudar la cooperación regional?