Protección social y cambio climático: mayor ambición

La protección social puede ser una herramienta estratégica para la gestión del riesgo climático y ofrece una respuesta importante a los actuales llamamientos a la acción climática y al aumento de la resiliencia a medida que nos recuperamos del COVID-19. El Acuerdo de París exige una acción rápida para evitar que la temperatura media aumente por encima de 1,5 grados, pero también avances en la adaptación y la financiación para aumentar la resiliencia ante el aumento de los riesgos. Sin embargo, debido a la pandemia, ahora estamos más atrasados en los objetivos clave de pobreza que hace tan solo un año, por lo que la ventana de oportunidad para reducir la pobreza y la vulnerabilidad asociada al aumento de los riesgos climáticos se ha estrechado. La protección social puede ser un instrumento político fundamental para abordar estos problemas.

Este documento articula el papel de la protección social a la hora de abordar los principales retos socioeconómicos derivados del cambio climático, especialmente para los países de renta baja y media, y la necesidad de vincular estratégicamente la protección social y las respuestas nacionales al cambio climático.