14 ene 2021

La Cruz Roja presta socorro antes de la estación invernal extrema en Mongolia

(Este artículo fue publicado originalmente como comunicado de prensa por la FICR; Fotografía de la Cruz Roja de Mongolia)

Ulán Bator/Kuala Lumpur, 12 de enero de 2021.La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) anunció hoy que los pronósticos de uno de los inviernos más extremos registrados en Mongolia han desencadenado la liberación preventiva de fondos de emergencia en un intento por proteger la vida y los medios de subsistencia de pastores vulnerables.

La Agencia Nacional de Meteorología y Vigilancia del Medio Ambiente de Mongolia ha advertido que más del 60 por ciento del país corre el riesgo de sufrir un invierno extremo, con temperaturas que, según las previsiones, descenderán a mínimos extremos de -50ºC durante días enteros.

Estos inviernos extremos -conocidos como dzud- amenazan la salud y los medios de subsistencia de miles de pastores mongoles que viven en las remotas provincias del centro y el sur del país. El dzud está causado por el doble impacto de la sequía en verano seguida de las duras condiciones invernales. Sin lluvias estivales, la hierba no crece y millones de animales de granja no pueden engordar lo suficiente para sobrevivir al invierno y los agricultores no pueden obtener cosechas suficientes.

El Secretario General de la Mongolian Red Cross Society, Bolormaa Nordov, declaró:

"Los dzuds son devastadores para las familias de pastores que dependen de sus animales para casi todo, ya sea la carne y la leche para alimentarse, o la cachemira y las pieles que venden para comprar provisiones o pagar las tasas escolares. Perder a sus animales significa caer rápidamente en la pobreza".

"Sin ayuda, el invierno extremo trae miseria, hambre y penurias para miles de familias, obligando a muchas a trasladarse a asentamientos ilegales en las afueras de Ulán Bator, nuestra capital. Esta Acción Anticipatoria nos permite ayudar a algunas de las personas más expuestas antes de que llegue el crudo invierno."

La inoportuna noticia de la llegada del dzud ha provocado la liberación de casi 290.000 francos suizos (unos 314.000 dólares estadounidenses) del Fondo de Reserva para el Socorro en Casos de Desastre de la FICR. Ello permitirá a la Cruz Roja Mongola prestar apoyo a 2.000 familias de pastores en un intento de evitar importantes pérdidas económicas y de ganado mediante la distribución de subsidios en efectivo y kits para el cuidado de los animales.

La liberación de estos fondos forma parte del enfoque de financiación basado en previsiones de la FICR. En el marco de este enfoque, la FICR trabaja con asociados científicos para combinar las previsiones meteorológicas y los análisis de riesgo a fin de establecer umbrales previamente acordados que activen la liberación de fondos de emergencia con miras a limitar o incluso prevenir directamente las consecuencias adversas de peligros climáticos como el dzud. Esta acción temprana se lleva a cabo en asociación con otros actores humanitarios, incluida la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

El Coordinador Regional de Financiación Basada en Previsiones de la FICR, Raymond Zingg, dijo:

"El objetivo de la Financiación Basada en Previsiones es anticiparse a los desastres, prevenir su impacto lo mejor posible para reducir el sufrimiento y las pérdidas humanas. El elemento clave es acordar de antemano la liberación de recursos financieros si se alcanza un umbral de previsión específico.

"Esperar a que se produzcan catástrofes ya no es una opción. El cambio climático está provocando catástrofes más frecuentes y graves, y nuestro enfoque de Acción Anticipatoria está ayudando a las comunidades a pasar de reaccionar después de fenómenos meteorológicos extremos a prepararse antes de estas emergencias."

En 2010, el dzud mató a más de 11 millones de animales y miles de familias de pastores se vieron obligadas a abandonar sus tierras. El Instituto de Información e Investigación de Meteorología, Hidrología y Medio Ambiente de Mongolia ha pronosticado que los dzuds graves como el de 2010 serán cada vez más frecuentes, produciéndose cada cuatro o cinco años en lugar de cada diez.

 

Lea el comunicado de prensa original en IFRC.org aquí.