El Niño: Preguntas frecuentes para la comunidad de Acción Anticipatoria
El Servicio Meteorológico Nacional de EE.UU. ha declarado que las condiciones de El Niño están presentes y se espera que se fortalezcan en el Océano Pacífico. En este blog exploramos lo que esto significa para la comunidad de la acción anticipatoria.
¿Qué es ENSO?
El Niño Oscilación del Sur, o ENOS, es un ciclo de calentamiento y enfriamiento en el área del Océano Pacífico a lo largo del ecuador y la atmósfera sobre él. El Niño es la parte de calentamiento de ese ciclo, en la que una disminución del afloramiento de aguas frías cerca de Sudamérica provoca un aumento de las temperaturas de la superficie del mar en todo el Pacífico, lo que calienta la atmósfera por encima de él. La Niña es la parte opuesta, o de enfriamiento, del ciclo y tiene el efecto contrario en todo el mundo.
Los fenómenos de El Niño/La Niña se producen cada dos a siete años por término medio, pero los fenómenos "fuertes" son menos frecuentes.
¿Qué influencia tiene el ENOS en el clima mundial?
El ENOS tiene repercusiones de gran alcance, denominadas "teleconexiones", porque las aguas más cálidas o más frías del Pacífico modifican la forma en que el aire y la humedad se desplazan por todo el planeta, afectando a las precipitaciones estacionales y a los patrones de temperatura.
El estudio de muchos fenómenos pasados del ENOS nos permite comprender, por término medio, cuándo y qué zonas tienen más probabilidades de ser más húmedas o más secas durante El Niño o La Niña. Este análisis nos indica dónde hay una mayor probabilidad de riesgos meteorológicos.
Sin embargo, no hay dos fenómenos El Niño o La Niña iguales. Hay otros modos de variabilidad climática que influyen en los impactos experimentados durante El Niño; por ejemplo, el dipolo del océano Índico desempeña un papel importante en África oriental y en partes de Asia-Pacífico. En algunas zonas, estos otros modos dominan cualquier influencia de El Niño. También hay muchas regiones en las que el ENOS no tiene una influencia detectable en la variabilidad de las precipitaciones.
Por término medio, ¿qué podemos esperar de un fenómeno El Niño?
La figura 1 muestra la influencia típica de El Niño en las anomalías pluviométricas estacionales. Este mapa se ha elaborado a partir del análisis de anteriores episodios de ENOS, pero, como ya se ha dicho, se trata sólo de las condiciones "típicas", y cada episodio de El Niño es diferente.
Figura 1: Teleconexiones pluviométricas típicas de El Niño y su cronología
Por ejemplo, durante un episodio de El Niño, cabría esperar que África Oriental fuera más húmeda que la media durante la breve estación lluviosa de octubre a enero. Esta sería una buena noticia, que aliviaría la actual sequía en el Cuerno de África, pero debemos tener cuidado: durante el evento de 2015/2016, partes de Etiopía sufrieron sequía. También cabría esperar que El Niño diera lugar a condiciones más secas que la media en el sur de África, y Zimbabue, de hecho, sufrió sequía en 2015/2016.
Las figuras 2a y 2b ilustran los fuertes contrastes observados en África en diferentes años de El Niño, mostrando el Índice de Evaporación por Precipitación Estandarizado (IEPE), un indicador de las condiciones de sequía.
Figuras 2a y 2b: Eventos pasados de El Niño en 1997/1998 (a) y 2015/2016 (b) SPEI a través del África subsahariana.
SPEI < -1 indica sequía moderada, mientras que SPEI < -2 indica sequía más severa. Fuente: Datos SPEI del Monitor de Sequía SPEI del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
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También sabemos que El Niño provoca un menor número de huracanes atlánticos que afectan al Caribe y al Golfo de México, y puede dar lugar a ciclones tropicales más intensos en el Pacífico occidental. Sin embargo, debemos tener cuidado de no utilizar esta información por sí sola para quitar prioridad a las acciones de anticipación y preparación; sólo se necesita un ciclón tropical para causar daños significativos.
Dado que cada fenómeno de El Niño es diferente, ¿cuáles son las principales fuentes de información que debemos tener en cuenta?
Las previsiones de El Niño por sí solas pueden servir de indicador precoz de lo que podemos esperar el año que viene. Sin embargo, muchos de los modelos que predicen la fuerza de un fenómeno de El Niño o La Niña también tienen en cuenta todas las demás condiciones mundiales que se combinan para generar anomalías de temperatura y precipitaciones. En consecuencia, a menudo es mejor recurrir a estos modelos de previsión estacional para determinar las condiciones probables en zonas concretas. Como ocurre con cualquier sistema de previsión, es importante tener en cuenta la habilidad de las previsiones -una medida de la frecuencia con la que esperamos que sean correctas, basándonos en los resultados anteriores- antes de comprometer recursos basándonos en ellas.
¿Qué ocurrirá en 2023? Aunque todas las previsiones apuntan a un posible fenómeno de El Niño, éste alcanzará su punto álgido hacia diciembre/enero. Como aún estamos en julio, todavía no podemos estar seguros de su intensidad ni de sus efectos en todo el mundo. Existen numerosos foros regionales de previsión climática que reúnen toda la información disponible procedente de diferentes modelos de previsión, lo que dará lugar a una previsión de consenso sobre la estación que se avecina.
Foros sobre perspectivas climáticas
Los Foros Regionales sobre las Perspectivas Climáticas de la OMM ofrecen información detallada sobre las perspectivas estacionales de sus respectivas regiones, con más información disponible en el sitio web de la OMM. Si bien estos foros están diseñados para ofrecer la mejor estimación de la estación que se avecina, a menudo es necesario mantener conversaciones con los servicios hidrometeorológicos nacionales para garantizar que la información proporcionada es lo suficientemente relevante y sólida para aplicaciones específicas. Estos servicios también pueden indicar a los responsables de la toma de decisiones herramientas de alerta temprana y previsión que podrían ser más apropiadas para peligros como las inundaciones, que requieren previsiones con plazos más cortos.
El Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja puede ayudar a facilitar estas conversaciones, así como apoyar la interpretación y el análisis de la información disponible, incluida la relativa a la capacidad de previsión, para fundamentar la toma de decisiones.
¿Qué puede haber de diferente en el fenómeno de El Niño de este año?
Ya conocemos algunos factores que influirán en los efectos de este fenómeno de El Niño. Por ejemplo:
- Aunque se espera el fin de la sequía en el Cuerno de África, la lluvia puede tardar algún tiempo en filtrarse en el suelo para favorecer las plantas de raíces profundas. Y, por supuesto, los efectos de la desnutrición continuarán durante algún tiempo.
- Aunque las condiciones de El Niño suelen inhibir el crecimiento de ciclones tropicales en el Atlántico Norte, este efecto puede verse compensado por las temperaturas anómalamente altas de la superficie del mar que se observan actualmente en la región donde se forman dichas tormentas.
- En Ecuador y Perú, un brote de dengue tras las inundaciones de principios de año podría verse exacerbado por las lluvias de El Niño previstas para principios de 2024. En el sur de África, queda por ver si la situación del cólera mejorará con las condiciones más secas previstas.
En general, el cambio climático está provocando un aumento de las temperaturas de la superficie del mar, y hay indicios de que esto está afectando a la forma en que los fenómenos de El Niño y La Niña influyen en los patrones meteorológicos en todo el mundo. Por ejemplo, existe la hipótesis de que La Niña está teniendo menos influencia que antes sobre las anomalías pluviométricas en el sur de Asia durante el monzón, debido a que el Océano Índico es más cálido (véase este documento para una explicación más detallada al respecto).
¿Cómo se prepara el sector humanitario para El Niño?
La comunidad humanitaria está mejor preparada que nunca para hacer frente a los riesgos que plantea El Niño. Tras una serie de episodios de El Niño y La Niña en la década de 2000 y principios de 2010, el Comité Permanente entre Organismos de las Naciones Unidas elaboró procedimientos operativos normalizados en los que se esbozaban el calendario y las medidas de respuesta a los riesgos emergentes de un episodio. Éstos sirven de base para desarrollar medidas más adaptadas en organizaciones y países concretos.
Dentro del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, se han elaborado protocolos de acciones tempranas para hacer frente al mayor riesgo que plantean los fenómenos de El Niño. En Ecuador y Perú, por ejemplo, se han elaborado protocolos de acción temprana para hacer frente a la mayor probabilidad de inundaciones en la estación lluviosa de enero a abril. En Centroamérica, los EAPs cubren la mayor probabilidad de sequía de junio a agosto.
Muchas de las previsiones utilizadas en estos planes adoptan un enfoque multietapa: las previsiones estacionales desencadenan las actividades de preparación, las actividades subestacionales desencadenan el almacenamiento previo y las previsiones a corto plazo (por ejemplo, de inundaciones) desencadenan la distribución a las comunidades. Estos enfoques deben ser específicos para cada peligro y contexto.
¿Qué medidas debemos tomar ahora?
Aún es demasiado pronto para saber cómo de fuerte será El Niño y qué influencia tendrá en los fenómenos meteorológicos extremos de todo el mundo. Sin embargo, hay muchas acciones de bajo coste que pueden apoyar futuras actividades de preparación.
Si no existe un PAE:
- Si aún no se ha emprendido, identificar previsiones adecuadas y hábiles, y decidir los niveles umbral que podrían desencadenar el siguiente nivel de acciones o financiación anticipada.
- Es mejor predefinir estos umbrales, porque en el pasado la gente ha retrasado decisiones que debían tomarse en condiciones de incertidumbre, esperando que hubiera más certidumbre si se dejaba un poco más de tiempo. Sin embargo, este tiempo es necesario para tomar las medidas adecuadas.
Si existe un PAE:
- Entender qué ha cambiado o es diferente desde el último suceso. ¿Están llenos los embalses? ¿Ha cambiado la vulnerabilidad? ¿Ha habido deforestación? ¿Hay algún brote de enfermedad?
- Familiarícese con los planes de acción existentes y actualícelos en función de esta nueva información.
¿Cómo puede ayudar el Centro del Clima de la Cruz Roja y la Media Luna Roja?
- Organizaremos sesiones informativas sobre El Niño para su región a través del Anticipation Hub.
- Podemos ponerle en contacto con expertos regionales y destacar cualquier información disponible sobre la capacidad de previsión en su región.
Liz Stephens, Andrew Krucziewicz y Chris Jack son coautores de esta entrada de blog, que incluye comentarios del equipo científico del Centro del Clima de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.